El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén coordina junto a la Cátedra Arqueólogo Manuel de Góngora – Empresa Familiar Calderón y la Universidad Autónoma de Madrid la II BIENAL DE ARQUEOLOGÍA. Arqueología del Conflicto que tendrá como sede el Museo Ibero de Jaén, entre los días 2 a 4 de febrero de 2023.
Se plantea una programación fundamentada en expertos y expertas a nivel internacional, una temática transversal que además de la investigación también aborda otros aspectos, como los metodológicos, la transferencia social, la protección y gestión de este tipo de patrimonio. De este modo, la II Bienal contará con ponencias sobre la proyección social en la literatura de esta temática, como la del investigador británico Adrian Goldsworthy, la presencia del Director General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura; la perspectiva de la antropología forense con el Prof. Francisco Etxeberría o la presentación de novedades de investigación para la provincia de Jaén como la puesta en marcha del Proyecto Navas de Tolosa. Además, se realizarán visitas al Centro de Interpretación de Iliturgi o actividades de investigación sobre recreación histórica en Mengíbar, gracias a la colaboración de éste ayuntamiento.
Arqueología del Conflicto o Arqueología de Campos de Batalla, son ámbitos de la investigación que se centran en el análisis histórico y arqueológico de la historia militar, los ejércitos, la logística, las armas y sus transformaciones técnicas, tácticas y estrategias, pero también en la interacción de los conflictos con las transformaciones sociales derivadas de los mismos: los procesos de conquista. Nos interesa abordar esta temática desde perspectivas amplias, interdisciplinares, diacrónicas, pero también transversales, buscar una presentación de distintas realidades epistemológicas, metodológicas y, por supuesto, arqueológicas, vinculadas a estos ámbitos de la investigación. En esta ocasión, el enfoque prioritario será la articulación del análisis de los eventos (batallas, asedios, asaltos, escaramuzas) respecto de dinámicas temporales más amplias y abiertas que nos sitúan ante la amplitud de perspectivas que pueden correlacionarse con esta temática.
La guerra es un factor de transformación social que, desde la Prehistoria hasta la actualidad, ha estado presente en nuestra realidad cultural. Precisamente por su peso específico debemos abordar su investigación con objetividad y responsabilidad social. La Arqueología cobra aquí un papel esencial puesto que el registro arqueológico nos permite también aislarnos de las visiones parcializadas de las fuentes o, quizás más importante, aproximarnos a realidades que no fueron recogidas por las mismas.
Mirar a la guerra desde múltiples enfoques, territorios, metodologías, técnicas, etapas,… es reconocernos a nosotros y nosotras mismos como parte de la sociedad que las ha discutido, heredado; es otra forma de aproximación a la complejidad política, social y cultural en la que ésta se ha generado. También es importante discutir sobre cómo investigarla, cómo acercarnos a la práctica consensuada y legitimada de la violencia, y cómo transmitir nuestras investigaciones a la sociedad, en definitiva, cómo difundir, públicamente algo que socialmente despierta repulsa, rechazo o admiración y curiosidad. Guerra y memoria son dos elementos sustantivos de nuestra historia y nuestras sociedades.